Oda
a la balsa
No se trata de la
legendaria Kon-tiki del aventurero noruego Thor Heyerdhal, ni siquiera de los
gigantescos árboles que crecen en las selvas suramericanas. Comenzaremos
diciendo que todo pescador, fue primero un pescador de orilla. Recuerdo mis
inicios, vadeando con el agua a la cintura mientras trataba de dirigir el tiro
de una vara de bambú a los tentadores macíos. A veces, ni siquiera me humedecía
los pies, y sentado desde una de las piedras blancas del dique, ensartaba biajacas
y guabinos.
Sin embargo siempre
me causaron curiosidad aquellos seres que se desplazaban silenciosamente en sus
enigmáticas balsas, los afortunados que hacían coincidir a sus anchas, ojo y
anzuelo. La balsa, es si se quiere un eufemismo, en realidad estamos
refiriéndonos a una simple cámara de neumático de camión, transformada por la
capacidad innovadora de nuestros pescadores, en uno de los avíos más útiles del
equipo. La cámara, término popularizado en el Oriente de Cuba para definir a
estas balsas, representa una manifiesta ventaja para el pescador fluvial, un
nuevo nivel en el desarrollo de su técnica, incluso superior a los que pueden
proporcionar los tradicionales botes de remos.
El primer aditamento
que se le incorporó a la cámara de camión fue un sillín, que consistía en un
rústico asiento de nylon en forma de triángulo, atado por tres cuerdas a la
circunferencia de caucho. Los pescadores de balsa de la década de los 90,
prescindían del empleo de patas de rana, sobre todo debido a la escasez y al
precio de estos dispositivos, y continuaban utilizando ensartas para preservar
las capturas. Era común que no pocos aficionados recurrieran a paletas de
madera, plástico o acrílico, para garantizar un mejor desplazamiento en
jornadas ventosas. Sin embargo, la balsa entró en un interesante proceso de
modernización buscando la comodidad del pescador y la eficacia de sus
accesorios.
Los pistones de auto fueron
sustituidos por pistones más gruesos, algunos fabricados de aleaciones
metálicas resistentes a la oxidación causada por el agua. Estos pistones
perseguían el objetivo de expeler ―una vez desenroscada la válvula― el aire con
mayor velocidad, hecho que facilitaba la organización de los avíos en menor
tiempo. Además era mucho más factible, si el pescador carecía de una bomba, y
estaba por lo tanto obligado a inflar el neumático soplando con su boca. El
asiento en forma de sillín se modificó adquiriendo la forma de una franja de
nylon o lona que cruzaba la balsa, y se ajustaba mediante sogas o cintas. Algunos
asientos poseen un núcleo interior de poliestireno expandido que le proporciona
una flotabilidad adicional. Las ensartas presuponían el riesgo de que los peces
capturados se acercaran demasiado a la balsa perforándola con sus aletas
dorsales, además de la relativa facilidad de esta cuerda para enredarse en los
pies de los pescadores, el sedal de la vara, o la línea de mano. Por lo tanto,
la próxima reforma contempló la inclusión de un saco de nylon, ajustado con
ligas de caucho a la parte delantera de la balsa, complemento que no lastimaba
las agallas y branquias de los ejemplares manteniéndolos vivos durante varias
horas más.
Luego de imponer su
supremacía en los embalses, la cámara asaltó de igual modo los espacios
marítimos, sobre todo en zonas bajas y sobre cabezos y barreras coralinas,
aunque tenemos constancia de especies de pico capturadas desde balsas con
líneas de mano. La preocupación actual de los pescadores gira en torno a la
modernización de los neumáticos, que han comenzado a prescindir de cámaras de
aire lo que podría dar al traste en el futuro con esta vital herramienta.
Mientras tanto, seguimos alejándonos de la orilla, confiados al centro de
nuestra balsa, en la incesante búsqueda de la picada.
2 comentarios:
Hola. Vivo en Guanabacoa, desde pequeño me inicié en el mundo de la pesca gracias a mi abuelo, padre y tíos. Pescabamos en ríos y embalses de la provincia Villa Clara, de donde soy natural. Eran buenos tiempos, pescabamos con alguna que otra vara artesanal de caña brava y con carretes o lineas de mano y alguna que otra vez, nos sumergíamos y capturabamos nuestras presas en sus cuevas, a esto le llamabamos cueviar.
Luego de casi 15 años lejos de esta pasión quiero volver a retomarla. Mi hijo de 4 años ya me ha acompañado en dos aventuras y le ha encantado, tanto que se ha convertido en el premio ante sus buenas acciones.
No conozco las zonas de pesca aledañas a Guanabacoa, máxime ahora cuando todo esta contaminado y los ríos son vertederos. Me llama la atención el río de Tarará y Boca Ciega, pues se ven limpios y tienen un buen caudal en comparación con los otros del area. He pescado en el Embalse de Bacuranao pero sin lograr capturas significantes en cuanto a tamaño aunque si en cantidad. Les agradecería cualquier orientación que me puedan dar para pasar un día agradable junto a mi hijo ya sea en cualquier rio o embalse de esta Zona, pues moverme con el a lugares lejanos de la casa se me hace engorroso. Desde ya les doy gracias.
Atte, Yunior.
Hola. Vivo en Guanabacoa, desde pequeño me inicié en el mundo de la pesca gracias a mi abuelo, padre y tíos. Pescabamos en ríos y embalses de la provincia Villa Clara, de donde soy natural. Eran buenos tiempos, pescabamos con alguna que otra vara artesanal de caña brava y con carretes o lineas de mano y alguna que otra vez, nos sumergíamos y capturabamos nuestras presas en sus cuevas, a esto le llamabamos cueviar.
Luego de casi 15 años lejos de esta pasión quiero volver a retomarla. Mi hijo de 4 años ya me ha acompañado en dos aventuras y le ha encantado, tanto que se ha convertido en el premio ante sus buenas acciones.
No conozco las zonas de pesca aledañas a Guanabacoa, máxime ahora cuando todo esta contaminado y los ríos son vertederos. Me llama la atención el río de Tarará y Boca Ciega, pues se ven limpios y tienen un buen caudal en comparación con los otros del area. He pescado en el Embalse de Bacuranao pero sin lograr capturas significantes en cuanto a tamaño aunque si en cantidad. Les agradecería cualquier orientación que me puedan dar para pasar un día agradable junto a mi hijo ya sea en cualquier rio o embalse de esta Zona, pues moverme con el a lugares lejanos de la casa se me hace engorroso. Desde ya les doy gracias.
Atte, Yunior.
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